miércoles, 3 de marzo de 2010

SOLEDADSOLEdadSOledadsoledad...cada vez me haces más pequeña


Desde donde yo vivo nunca se ve la noche. Ni siquiera en las noches más oscuras cuando las nubes deciden ahogar la ciudad y nos dejan sin estrellas y sin luna. Mirad si es de fantasía que aún sin contar con el único astro que puede iluminarnos yo puedo ver hasta las gotas caer.


Me gusta mucho más el día que la noche, pero confieso que me agobia poder ver incluso cuando ésta cae. Adivino hasta la lámpara de Ikea del vecino del 4º del bloque de enfrente. Y me maldigo un poco por pensar que quien viva en la esquina sólo me ve cuando fumo inspiración en solitario o cuando acudo al funeral de mis plantas después de haberlas asesinado. Desnudarme no me ve, eso lo hacen los demás vecinos, pero me da igual dado que no conozco a ninguno. Siempre he sabido que tengo algo de exhibicionista.


De verdad os prometo que no es normal, desde mi sótano hay más luz durante la noche que durante el día. Lo único que se ajusta a lo habitual en el resto del planeta es que, eso sí, es mucho más solitario. Y eso, aún siendo más normal tampoco me gusta.

sábado, 27 de febrero de 2010

SÓLO YO VOY A ENTENDER POR QUÉ A ESTA ENTRADA LA TITULO "ESTIRAMIENTOS".

Nuestra universidad debe tener por costumbre dar días de fiesta a sus profesores justo los días (o semanas) en que deberían dar sus primeras clases. El lunes, teníamos el primer contacto con algunas de las nuevas asignaturas del recién estrenado segundo cuatrimestre y una de las profesoras no apareció por clase ni el lunes ni el resto de los días que le tocaba. Sin embargo, no es momento de exponer aquí mi desagrado por la nefasta organización de mi facultad en particular sino de relatar lo bien que me vino tener esas 2 horas libres.

Para empezar nos fuimos al
Tigre* (asteriscos especificados abajo) y allí, los más que compañeros de clase, disfrutamos de un rato de evasión. De camino, pude distinguir en los grandes paneles luminosos de la sede de Telefónica en Gran Vía imágenes de Marlango acompañadas de las siguientes palabras: "entradas", "nuevo disco", "exclusiva", "clientes Movistar", "entra e infórmate". Lógicamente terminé de unir unas con otras para conformar la frase: "Marlango presenta en exclusiva su nuevo disco. Si eres cliente Movistar, entra e infórmate".

Casualmente durante esos días me encontraba en un intenso debate sin saber si debía comprar la entrada para el concierto que darían en Madrid el día 26 de marzo o no. La duda existía porque básicamente sería un esfuerzo económico importante.

Al día siguiente, la felicidad me embargó cuando aprovechando nuevamente las horas libres que me concedía mi desconocida profesora, acudí a la sede de Movistar y efectivamente, me dieron una invitación para ver un pequeño concierto que el grupo de Leonor Watling iba a ofrecer el jueves al mediodía en el auditorio del edificio.


De esta manera, el jueves, bajo la intensa lluvia me encaminé al concierto rememorando cómo conocí al grupo:

Fue en Tudela en el año 2007 cuando, de casualidad y porque nos apetecía hacer algo diferente una amiga y yo sacamos un par de entradas para ver a aquel grupo que congregaba a decenas de adultos. Viví con una intensa emoción aquel primer encuentro que derivó en amor a primera vista tanto con el grupo como con Leonor. Recuerdo cómo me asustaba frente al ardor con que Alejandro Pelayo se impulsaba al tocar el piano y dejaba su cabeza separada tan solo unos milímetros del instrumento, como queriendo ilustrar lo arriesgado de ser artista. Sonrío al rememorar mi confusión al ver a Leonor poseída en el escenario. Preguntándome seriamente si estaba gobernada por la música o por alguna sustancia psicotrópica. Aún resuena en mi cabeza la dulzura del instrumento que de pequeña me impidieron tocar en manos de Oscar Ybarra, la trompeta. En definitiva, aún siento vibraciones obscenas y reconstruyo el éxtasis con que me marché del auditorio Benjamín de Tudela.

Después de eso, no volví a ver ningún concierto pero sí seguí escuchándoles. Eso sí, como no soy mitómana, tampoco conozco al dedillo su trayectoria ni he leído la inmensa mayoría de las entrevistas que hayan podido conceder. Yo soy fan a mi íntima manera, como siempre.


Al final el preconcebido pequeño concierto del jueves resultó no serlo. Fue una grabación para Sol Musical de unos cuantos temas del nuevo disco. Eso no te lo especifican cuando solicitas información y decides acudir depositando tus datos personales en una lista. Aunque considero que es un dato que deben dar, no voy a quejarme porque yo estuve tan contenta pudiendo contemplar a Leonor a un escaso metro de mí (y es que quien me conoce sabe de mi devoción por esta mujer y por su timbre de voz al natural). Además, pude escuchar 5 temas de los incluidos en su nuevo disco (Life in the treehouse) y llevarme una sonrisa a casa sabiendo que me gustan. Tienen un toque de alegría que hasta ahora no había advertido en ellos. Me gusta la ligereza que apunta este nuevo disco y me gusta el humor con que se tomaban su trabajo (especialmente el pianista Alejandro). Me gustó la cercanía de Leonor y la parsimonia de Oscar.


Podría relatar mil detalles en los que me fijé:

- Las ojeras levemente disimuladas de la cantante

- La sospecha que tengo de que Leonor también quiso ser Superman de pequeña (ya relataré el porqué de esto),.

- Las miradas confiadas entre ellos y las de sencillez hacia quienes allí estábamos.

- Cómo se equivocaron en repetidas ocasiones y sin embargo al admitirlo con tanta naturalidad, te daba lo mismo.

- La experiencia que se veía tenían. Me llamó la atención un momento en que Leonor reparó en dónde estaba localizada una de las cámaras y al pensar que debía ser un bonito plano, congeló la postura que tenía y dedicó una expresión lindísima al objetivo. - La no tensión. Cómo las manos de ella, resposaban tranquilas a lo largo de su cuerpo. En ningún momento aparecían agarrotadas y eso se traslada al público.

- Las posturas de cada uno


Y alguna decena más de detalles, pero no quiero extenderme.


Termino recomendado que escuchéis a este grupo.

Os dejo los enlaces de:

El nuevo single: http://www.youtube.com/watch?v=FxFEh1HVhWs&NR=1

Y la canción que a mi más me gusta: http://www.youtube.com/watch?v=yEqfMXRhitg&feature=related


* El Tigre: sidrería archiconocida en Madrid por las grandes tapas con que acompañan las consumiciones. Siempre está a rebosar y es difícil encontrar espacio para estar desahogado y manterner una charla, pero te ahorra la cena. Calle de las Infantas, 30. Metro Gran Vía.




domingo, 21 de febrero de 2010

Historietas


Ayer conocí una historia asombrosa, la de la isla de Clipperton.
Es un pequeño atolón coralino localizado en el oceano pacífico a 1250 km de Acapulco (costa mexicana) el punto más cercano a tierra.


La isla de Clipperton tiene material para novelas y películas de sobra.
El primero en avistarla fue Magallanes, quien no se detuvo en ella, aunque su nombre se debe al pirata Clipperton de quien se dice que usó la isla para enterrar un tesoro.
La isla es una corona en medio del mar, con apenas un anillo de tierra de 6 kilómetros cuadrados y 8 kilómetros de circunferencia. Sus habitantes son los pájaros bobos, los cangrejos y 13 palmeras. Dentro del anillo, hay una laguna de agua ácida y su punto más elevado es la roca Clipperton (21 metros). La isla se encuentra azotada permanentemente por ciclones y tormentas tropicales.
Como pueden ver, es probablemente, el lugar más horrible de la tierra.

Actualmente pertenece a Francia y éste país emplea Clipperton como ejemplo despectivo para recalcar la importancia de sus territorios de ultramar.

Inicialmente, perteneció a México pero pasó por manos francesas y estadounidenses intermitentemente entre 1958 y 1906 además de los intentos ingleses de anexión de esta isla a sus territorios. Era la época en que la extracción de guano generaba riqueza.
Finalmente, el gobierno mexicano y el de Inglaterra establecieron una colaboración. Entre 1908 y 1913 la isla llegó a tener 100 habitantes y se construó un faro. A la isla llegaba un barco cargado de provisiones cada 2 meses desde Acapulco, pero cuando estalló la revolución mexicana (1914), el servicio se suspendió y nadie se acordó de quienes vivían en Clipperton. Cuando por fín un barco se dirigió con víveres a la isla, la única batalla naval que se libró durante la revolución mexicana hundió el mismo. Los habitantes de la isla desconocían este contratiempo y un grupo reducido de 3 hombres decidió emprender el camino a Acapulco para pedir ayuda. Pese a haber completado los 1250 kilómetros hasta Acapulco en balsa, el gobierno se desentendió de la situación y no ofreció ayuda alguna.

Fue Estados Unidos quien decidió auxiliar a los pocos supervivientes que quedaban en Clipperton (La mayoría habían muerto a causa del escorbuto y la falta de alimentos). Sin embargo, el gobernador Arnaud decidió que no evacuarían a nadie por miedo a que fuese considerado como una deserción.

Imaginemos la situación: 14 hombres, 6 mujeres y 6 niños abandonados a su suerte en una isla diminuta a 1250 km de tierra con una laguna ácida y plagada de pájaros bobos y cangrejos. Cuando las provisiones se terminaron, sólo pudieron alimentarse de aves, peces, huevos y los 3 cocos diarios que daban las 13 palmeras de la isla (pájaro bobo con guarnición de cangrejo y revuelto de coco era el plato estrella). La locura y las enfermedades no tardaron en apoderarse de ellos.

En 1915, Arnaud inició una expedición para pedir auxilio a un barco que habían avistado, pero de camino naufragaron. Así, la isla quedó habitada únicamente por 15 mujeres y niños y el farero Victoriano Álvarez, quien loco, se autoproclamó rey y violó y asesinó a su antojo hasta que una de sus víctimas, Tirza Rendón, lo asesinó con la ayuda de otras 2 mujeres.

En 1917, los únicos supervivientes que quedaban en la isla, fueron rescatados por un buque estadounidense.

Lo que sigo preguntándome, es por qué demonios es conocida también como Isla de la Pasión.

lunes, 15 de febrero de 2010

BIENVENIDOS


Inicialmente, este blog lo cree con un cometido completamente diferente del que va a ocupar. Esta entrada no es sino una breve presentación.

L
o que me ha llevado a reactivar una cuenta que llevaba inutilizada desde hace aproximadamente 2 años no es otra cosa sino recuperar aquello que aparqué hace meses y tal vez haya sido uno de los errores que más lamento de los numerosos que he cometido. Decidí dejar de escribir. Aclaro que no es algo que hiciera de forma diaria ni mucho menos y tampoco suponía una dedicación primordial en mis días, sin embargo, me gustaba hacerlo y conformaba una práctica habitual para mis estudios. A modo de ligera presentación y también de explicación: estudio Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

En este blog no persigo plasmar nada específico. No estoy interesada en dedicar este espacio a un tema en particular ni tampoco a exponer mis preocupaciones íntimas. Trataré de hablar de aquellas cosas que me parezcan interesantes, así como redirigir a quien aparque en este lugar a otros que le puedan gustar. Naturalmente, también haré algo que me gusta: inventar. Y en la medida de mis posibilidades, opinaré y realizaré alguna práctica universitaria aunque sea de manera extraoficial.

En una atmósfera más personal agradeceré a un número limitado de personas que, con su ejemplo y su inquietud por realizar el intento, me han animado entre bastidores y sin ser conscientes de ello a crearme uno. A ellos, los redirigiré desde ésta página.
Dicho esto, espero que estas palabras no se queden en agua de borrajas.