sábado, 27 de febrero de 2010

SÓLO YO VOY A ENTENDER POR QUÉ A ESTA ENTRADA LA TITULO "ESTIRAMIENTOS".

Nuestra universidad debe tener por costumbre dar días de fiesta a sus profesores justo los días (o semanas) en que deberían dar sus primeras clases. El lunes, teníamos el primer contacto con algunas de las nuevas asignaturas del recién estrenado segundo cuatrimestre y una de las profesoras no apareció por clase ni el lunes ni el resto de los días que le tocaba. Sin embargo, no es momento de exponer aquí mi desagrado por la nefasta organización de mi facultad en particular sino de relatar lo bien que me vino tener esas 2 horas libres.

Para empezar nos fuimos al
Tigre* (asteriscos especificados abajo) y allí, los más que compañeros de clase, disfrutamos de un rato de evasión. De camino, pude distinguir en los grandes paneles luminosos de la sede de Telefónica en Gran Vía imágenes de Marlango acompañadas de las siguientes palabras: "entradas", "nuevo disco", "exclusiva", "clientes Movistar", "entra e infórmate". Lógicamente terminé de unir unas con otras para conformar la frase: "Marlango presenta en exclusiva su nuevo disco. Si eres cliente Movistar, entra e infórmate".

Casualmente durante esos días me encontraba en un intenso debate sin saber si debía comprar la entrada para el concierto que darían en Madrid el día 26 de marzo o no. La duda existía porque básicamente sería un esfuerzo económico importante.

Al día siguiente, la felicidad me embargó cuando aprovechando nuevamente las horas libres que me concedía mi desconocida profesora, acudí a la sede de Movistar y efectivamente, me dieron una invitación para ver un pequeño concierto que el grupo de Leonor Watling iba a ofrecer el jueves al mediodía en el auditorio del edificio.


De esta manera, el jueves, bajo la intensa lluvia me encaminé al concierto rememorando cómo conocí al grupo:

Fue en Tudela en el año 2007 cuando, de casualidad y porque nos apetecía hacer algo diferente una amiga y yo sacamos un par de entradas para ver a aquel grupo que congregaba a decenas de adultos. Viví con una intensa emoción aquel primer encuentro que derivó en amor a primera vista tanto con el grupo como con Leonor. Recuerdo cómo me asustaba frente al ardor con que Alejandro Pelayo se impulsaba al tocar el piano y dejaba su cabeza separada tan solo unos milímetros del instrumento, como queriendo ilustrar lo arriesgado de ser artista. Sonrío al rememorar mi confusión al ver a Leonor poseída en el escenario. Preguntándome seriamente si estaba gobernada por la música o por alguna sustancia psicotrópica. Aún resuena en mi cabeza la dulzura del instrumento que de pequeña me impidieron tocar en manos de Oscar Ybarra, la trompeta. En definitiva, aún siento vibraciones obscenas y reconstruyo el éxtasis con que me marché del auditorio Benjamín de Tudela.

Después de eso, no volví a ver ningún concierto pero sí seguí escuchándoles. Eso sí, como no soy mitómana, tampoco conozco al dedillo su trayectoria ni he leído la inmensa mayoría de las entrevistas que hayan podido conceder. Yo soy fan a mi íntima manera, como siempre.


Al final el preconcebido pequeño concierto del jueves resultó no serlo. Fue una grabación para Sol Musical de unos cuantos temas del nuevo disco. Eso no te lo especifican cuando solicitas información y decides acudir depositando tus datos personales en una lista. Aunque considero que es un dato que deben dar, no voy a quejarme porque yo estuve tan contenta pudiendo contemplar a Leonor a un escaso metro de mí (y es que quien me conoce sabe de mi devoción por esta mujer y por su timbre de voz al natural). Además, pude escuchar 5 temas de los incluidos en su nuevo disco (Life in the treehouse) y llevarme una sonrisa a casa sabiendo que me gustan. Tienen un toque de alegría que hasta ahora no había advertido en ellos. Me gusta la ligereza que apunta este nuevo disco y me gusta el humor con que se tomaban su trabajo (especialmente el pianista Alejandro). Me gustó la cercanía de Leonor y la parsimonia de Oscar.


Podría relatar mil detalles en los que me fijé:

- Las ojeras levemente disimuladas de la cantante

- La sospecha que tengo de que Leonor también quiso ser Superman de pequeña (ya relataré el porqué de esto),.

- Las miradas confiadas entre ellos y las de sencillez hacia quienes allí estábamos.

- Cómo se equivocaron en repetidas ocasiones y sin embargo al admitirlo con tanta naturalidad, te daba lo mismo.

- La experiencia que se veía tenían. Me llamó la atención un momento en que Leonor reparó en dónde estaba localizada una de las cámaras y al pensar que debía ser un bonito plano, congeló la postura que tenía y dedicó una expresión lindísima al objetivo. - La no tensión. Cómo las manos de ella, resposaban tranquilas a lo largo de su cuerpo. En ningún momento aparecían agarrotadas y eso se traslada al público.

- Las posturas de cada uno


Y alguna decena más de detalles, pero no quiero extenderme.


Termino recomendado que escuchéis a este grupo.

Os dejo los enlaces de:

El nuevo single: http://www.youtube.com/watch?v=FxFEh1HVhWs&NR=1

Y la canción que a mi más me gusta: http://www.youtube.com/watch?v=yEqfMXRhitg&feature=related


* El Tigre: sidrería archiconocida en Madrid por las grandes tapas con que acompañan las consumiciones. Siempre está a rebosar y es difícil encontrar espacio para estar desahogado y manterner una charla, pero te ahorra la cena. Calle de las Infantas, 30. Metro Gran Vía.




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